Es malo para colombia cuando el presidente de turno se convierte en mascota del gobierno de Washington. lo hemos sufrido. Pero es peor cuando, arrastrado por complejos de culpa, se flagela y se obliga a dolorosas penitencias en busca del perdon.
Es malo para colombia cuando el presidente de turno se convierte en mascota del gobierno de Washington. lo hemos sufrido. Pero es peor cuando, arrastrado por complejos de culpa, se flagela y se obliga a dolorosas penitencias en busca del perdon.